Ayer, PP y PAR firmaron el acuerdo para la gobernabilidad de Aragón, que es el desarrollo de las bases para dicho acuerdo suscritas el 18 de junio y concreta asimismo los asuntos tratados en la reunión celebrada en Madrid entre Rajoy, Rudi, Biel y Pizarro (este último de estrella invitada). O sea, que el tema ha sido escenificado en preestreno, estreno y reestreno. Desde luego les ha quedado niquelado. Es un programa tipo, lo mismo de siempre: los mismos objetivos, los mismos instrumentos, las mismas quimeras y las mismas buenas intenciones.
Pero lo más interesante de la actualidad política aragonesa no es ya lo que firmen unos y otros, sino las entrevistas que va concediendo nuestra excelsa presidenta, cuyas palabras caen sobre la Tierra Noble cual agua fresca en el secarral. A veces imperativa, casi siempre distendida y cercana, Luisa Fernanda está desplegando lo mejor de su personalidad. La victoria final la ha despojado de sus peores tics, de sus complejos transmutados en dureza gestual, de sus recelos ante los periodistas. Estos, a su vez, la tratan de mírame y no me toques (por si acaso) y el resultado último son conversaciones entre apacibles y solemnes. Rudi acaba recogiendo el testigo de Iglesias y nos explica con verbo fácil cómo lograremos ser felices, salir de la crisis, tener unos servicios de primerísima y conjugar todo ello con nuevas bajadas de impuestos. La única diferencia entre la jefaza de ahora y el jefazo anterior es que aquella no usa nunca la palabra autoestima, lo cual es muy de agradecer.
Anteayer, en Aragón TV, le hicieron a Rudi una interviú marca de la casa a cargo del director, mi amigo Pepe Quílez, que estuvo educadísimo, como siempre. Tuvo una ambientación majestuosa, con el fondo oscuro, las banderas, los escudos y toda la parafernalia. La presidenta (igual que ayer en la SER) aún saca partido de los lugares comunes más trillados y es capaz de presentar el repliegue de los servicios públicos como una ventaja para sus usuarios. Con eso y algunos detalles, como servir agua en los saraos oficiales y dramatizar los microahorros, contentará a su parroquia. Somos buenos. Nos conformamos con poco.
J.L. Trasobares/El Periódico de Aragón/miércoles 21.07.2011
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