miércoles, 6 de agosto de 2014

Podemos los tiene acongojados 20140806


Sencillo: Podemos amplía su espacio electoral no porque sea una organización potente ni disponga de un programa atractivo ni cuente con poderosos apoyos mediáticos. En realidad es un movimiento incipiente, sin estructura orgánica, dividido, confuso y sujeto a todas las maldiciones habituales de las izquierdas. ¡Ah!, pero por la habilidad de sus promotores y la fuerza del destino se ha convertido en el símbolo de la nueva política, o de la política antisistémica o de la política utópica... o de la antipolítica. Podemos está ahí, ganando terreno sin parar porque los demás son unos piernas, porque el sistema le está fallando a la gente, porque los trabajadores y en general las clases medias están hartas de que les roben, les mientan y encima se les deshueven en la cara. En una España que, según el último sondeo del CIS, se sigue escorando hacia la izquierda, resulta evidente la búsqueda por millones de electores de alguna opción capaz de canalizar el desencanto y la lucidez de una ciudadanía estafada, puteada y explotada, pero que no se chupa el dedo. 

Los analistas prudentes y los voceros de la derecha vienen asegurando que el PSOE gana (ganaba, ¿no?) las elecciones ocupando el centro. Será verdad, o no, pero lo que sí parece seguro es que los socialistas pierden cuando abandonan la izquierda. Y si Pedro Sánchez no da un giro radical y se identifica de palabra y obra con los intereses populares (que no lo hará) van a seguir cayendo en un pozo que no parece tener fondo.

Además, Podemos ha sobrepasado (siempre según los sondeos) a Izquierda Unida. Se veía venir. Lara y los demás no fueron capaces de entender las claves del sorpasso, han carecido de ambición y de audacia, se conformaban con ser los terceros en discordia. Pablo Iglesias les ha desbordado.

¿Y la derecha, qué? Pues mal. O bien. Según se mire. Su famoso suelo electoral también cede poco a poco. Así que el PP lleva semanas urdiendo sin disimulo trucos electorales que le permitan gobernar (de entrada, los ayuntamientos) con solo un 30% de los votos. Eso, y que el personal se crea el cuento de la recuperación. 



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