La mierda tóxica que dejó Inquinosa en Sabiñánigo nos está costando
cientos de millones de euros. Al montante de la broma, que no deja de
aumentar, habrá que sumar ahora el traslado del venenoso lindano (el
producto cuyo vertido denunciaron inútilmente las organizaciones
ecologistas) a un nuevo vertedero sellado. Solo mover la porquería y
limpiar el rastro costará casi 7 millones. Me río yo de los estúpidos
que en su día defendían aquella maldita fábrica con el falso argumento
de que sostenía 200 (más o menos, cito de memoria) puestos de trabajo.
Con la pasta que ahora metemos en la limpieza los agobiados
contribuyentes, podíamos haber convertido a los susodichos currantes en
auténticos potentados.
No aprenderemos. En estos mismos momentos, con la crisis como excusa, la contaminación es un pecadillo venial. Obama ha sugerido a Europa que pase de Rusia y obtenga su propio gas mediante el fracking.
La reforma fiscal que prepara el Gobierno eliminará algunas
desgravaciones de las que se favorecían las empresas. Serán precisamente
(¡oh genial Montoro) las aplicadas a inversiones para reducir
vertidos y mejorar la gestión medioambiental. El Gobierno aragonés (y
todos los demás) quiere eliminar trabas a la actividad económica, por lo
cual está rebajando o eliminando estudios previos de impacto y otros
requisitos. La Junta de Andalucía ha aprobado la reapertura de la mina
de Aznalcollar (sí, la de la balsa de residuos que reventó sobre
Doñana).
El actual Gobierno está empeñado en mantener abiertas
las centrales nucleares. Quiere que se reactiven los vetustos e
inseguros reactores de Santa Maria de Garoña en el alto Ebro (y aquí, en
Aragón, tan tranquilos). Y mientras tal cosa ocurre, la campaña contra
las renovables aumenta y aumenta. Producen la energía más limpia y
barata, sin ningún género de duda. Pero su desarrollo podría extenderse
al autoconsumo (pones unos paneles en el tejado y fabricas tu
propia electricidad). Será muy ecológico, vale; pero jodería el negocio
de las eléctricas. Inaceptable. Es mejor contaminar... por cuenta del
contribuyente.
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