Estaba escrito (diría un fatalista) que Becerril sería
condenado por el jurado popular, porque no hay persona humana que no
sienta deseos de castigar a un político tan marrullero y tan bocas. Belloch, firme valedor del concejal ful,
todavía insiste en su presunta inocencia. En el PSOE no dicen ni media
palabra al respecto, como no la dijeron cuando se supo que el susodicho
reinaba en la agrupación socialista de Garrapinillos a base de afiliar
abuelos, a los que pagaba la cuota y cuyos votos (o mandatos) manejaba a
placer. Pero la gente de la calle entiende que un personaje como el que
acaba de ser declarado culpable no alcanza la mínima altura ética y
estética que le es exigible a un cargo público, ni tiene el nivel y la
preparación que se le supone a quien llegó a cobrar de la caja común
(según afirmó él mismo) 100.000 eurazos anuales. Lo normal.
En el
catálogo de los sucesos que estaban cantados, el fallo contra Becerril
no deja de ser una anécdota menor. Tenemos entre manos asuntos de mucha
más envergadura. Por ejemplo, la forma en que el Gobierno de Aragón
está capeando su particular tormenta presupuestaria: cesando de manera
fulminante a gestores de segundo nivel. Saz se queda, Oliván se queda, Serrat se queda... Rudi
ni qué decir tiene. Pero una purga imparable barre de nuevo a gerentes y
directores. En Sanidad se han pulido a la del Salud y al del Servet
(¡puestos temibles, que pronto tendrán su tercer y cuarto titular,
respectivamente, en menos de tres años!), al parecer por haber gastado
demasiado. La sanidad pública aragonesa ajustó en el 2013 casi
100 millones (en relación con el año anterior); aun así es sospechosa de
haberse estirado 124 kilates por encima de lo que exigía el
cumplimiento del déficit. Así pues, hagan conmigo una sencilla regla de
tres: si con tanto recorte, tanta lista de espera, tanto colapso en
urgencias, tantas plantas de hospital cerradas y tanta consulta
suprimida, todavía no salen las cuentas... ¿qué va a ser del Salud
aragonés cuando la jefa suprema y su amigo el consejero fitness saquen de nuevo las tijeras de podar? Ya se lo dije: procuren no ponerse enfermos.
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