Nuestro nuevo consejero de Hacienda, Javier Campoy, es un tío simpático y rocero. Algo es algo. Su predecesor, José Luis Saz,
también lo era (o sea, lo sigue siendo aunque ya no ocupe el cargo),
pero cuando tienes que manejar las cuentas aragonesas, con esa
tremebunda caída de ingresos y ese fenomenal barullo a la hora de
acordar qué es y qué no es prioritario, el buen rollo sirve de poco. Es
mejor tener una dura cara de hormigón. Como Oliván, el de Sanidad
y Bienestar (¡jo, jo, jo!) Social, quien ha anunciado nuevos ahorros
sin recortes mientras proclama que el Salud va como un tiro y las listas
de espera son solo una sensación errónea de los hipocondríacos. Vaya crack.
Ahora bien, en este ejercicio no solo será preciso reducir el gasto de
la DGA más de 200 millones para no repetir el fiasco presupuestario del
2013, sino que además habrá que ajustarse a un déficit no superior al 1%
(el año pasado, el 1,3%). Lo cual significa que alguien va a sufrir sí o
sí, porque el actual Gobierno ni sabe ahorrar de verdad ni ha de
aprenderlo de aquí al 2015, cuando tenga que retratarse en las urnas.
Ese y no otro es el tema que inquieta a los barandas del PP (los del
PAR, sigo diciendo, bastante tienen con lo suyo). Se habla ya de sondeos
en los que la derecha aragonesa sale bastante escaldada y desplumada,
hasta el punto de que Lambán, el socialista, va tomando hechuras
de presidente, no tanto porque el PSOE gane terreno sino porque IU sí lo
hace y todavía queda la Chunta para sumar mayoría en las Cortes.
Pero esto, claro, habrá que verlo el día de la verdad. En el Pignatelli, Rudi anda hecha un lío. Pero en Moncloa-Génova, Rajoy y sus cuates no dan puntada sin hilo. Han aprovechado el rebufo de la jornada triunfal del presi en el Congreso, cuando afrontó con su valeroso verbo el desafío de los nacionalista catalanes, para designar a Cañete primer candidato del partido a las europeas. Es de suponer que Supermariano
había esperado hasta ahora (teniendo como tenía apuntado en la libreta
al cojonudo ministro) para sumar impulso... y futuros votos. Con las
cosas de comer no se juega.
José Luis Trasobares 10/04/2014
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