El PP pretende defender lo mucho que ganó en 2011, cuando alcanzó el estrellato en un Sistema de partido hegemónico. Pero el domingo pasado, los cuadros conservadores se asomaron al último sondeo (publicado por El Mundo,
un diario de su cuerda), y un escalofrío les recorrió el espinazo: se
ven peleando por el treinta por ciento de los sufragios. ¡El 30%! Con
eso no hay quien gobierne nada, ni ayuntamientos ni comunidades
autónomas ni España entera. El impulso hacia la transformación de
nuestro procedimiento electoral, de proporcional corregido a mayoritario
a lo bestia, crece entre los asesores y seguidores de Rajoy. Es
la única manera de garantizarse futuros éxitos con el magro respaldo de
la tercera parte de los votos. Hay que reformar la Constitución, se
rompe un aspecto esencial de los consensos anteriores (ésos que hasta la
fecha eran sacrosantos e intocables), se vulnera la más elemental
aritmética representativa... pero intentan vender todo ello como una
medida de regeneración democrática. Lo sirven poniendo de guarnición la
drástica reducción de los aforamientos (algo con lo que todo el mundo
está de acuerdo) y hala, ¡al rico pucherazo!
Entre
bambalinas, los fácticos y otros poderosos de verdad contemplan la
compleja realidad. El PSOE ha dejado de ser la pieza de repuesto normal.
Está demasiado fatigado y descompuesto. Sostener al PP es la única
opción. Así que se insiste en el mantra de la recuperación (fenómeno
inventado en el que ningún analista serio cree de verdad, y más tras ver
cómo la austeridad está paralizando a Europa de punta a cabo) y se
confía en que Podemos, pese a su inquietante naturaleza (inquietante
para ellos, claro), sirva finalmente para desvertebrar la respuesta de
las izquierdas, pues mina al Partido Socialista, está vaciando IU e
incluso ha abierto un inesperado frente en el flanco de nacionalistas alternativos como las CUP catalanas. El único problema es que, salvo implosión interna o fracaso orgánico, los de Pablo Iglesias tienen mucho potencial.
La derecha manda. Pero ha perdido la capacidad de determinar el futuro.
(Continuará)
JLT 02/09/2014
No hay comentarios:
Publicar un comentario