En la derecha española rige una ley no escrita: todo es
negociable... salvo el poder y la pasta. Por eso, el PP actúa con
sinigual dureza cuando lucha por el gobierno o por algún negocio
importante, pero no renuncia a darse la vuelta como un calcetín en
cualquier tema secundario. Oímos al implacable Aznar hablar catalán en la intimidad justo cuando los Pujol redondeaban la herencia del avi y llamar a ETA Movimiento de Liberación Nacional cuando tocó negociar con los terroristas. Así que el frenazo de Rajoy
a la contrarreforma del aborto no tiene nada de particular. Forma parte
del giro de ciento ochenta grados que recomiendan los manuales del
oportunismo político siempre que la cuestión no sea fundamental y
comporte un alto precio pagadero en votos.
Ventajas de
la democracia. La ciudadanía dice la última palabra, y en este caso ha
ganado el pulso. Cuando el Consejo de Ministros aprobó un anteproyecto
de regulación del aborto absolutamente restrictivo y fabricado a la
medida de las organizaciones católica más integristas, muchos cuadros
del PP descubrieron que aquello comportaba enormes riesgos: abría
debates horribles ya superados (¿debía prohibirse, o no, la interrupción
del embarazo en caso de malformación del feto o peligro para la vida de
la gestante?), ponía en íntima contradicción a centenares de miles de
votantes del propio Partido Popular que han vivido de cerca un aborto propio... Supongo que Arriola,
eminencia gris de Moncloa, le dijo al jefe: "Mariano, se nos van a ir
tontamente un puñado de papeletas, y ojo con lo que pueda pasar si la
gente ha de volver a los abortos clandestinos y empiezan a morir
mujeres". Rajoy reculó. Una cosa es afrontar manifestaciones y huelgas
generales si lo que está en juego es la eliminación de los derechos
laborales o el desmantelamiento de los servicios públicos. Pero meterse
en líos por un asunto de índole moral parece ya demasiado. Además, se ha quitado de en medio al ambicioso Gallardón,
el muy iluso. Y hoy, viajecito a China. Vale, no es un país modelo en
lo que a derechos humanos se refiere. Pero mueve dinero en cantidad. O
sea...
No hay comentarios:
Publicar un comentario