Describir y analizar todo esto (lo que pasa en España) no es fácil.
El desarrollo de las negociaciones (y los golpes bajos) para formar
gobierno, por ejemplo, ha girado sobre sí mismo y ahora los del Ibex ya
no presionan al PSOE para que deje subirse a la peana a Rajoy mancomunado con Rivera, sino a Sánchez... acompañado igualmente por Ciudadanos, que son el fijo de todas la quinielas sistémicas.
Albert es el talismán del establishment. Será por eso que al joven
líder neocentrista (o neoconservador, según se mire) le aplauden tanto
cuando asegura que su partido jamás jugará en una mesa donde se siente
Podemos... pero a Pablo se le pone a parir cuando se expresa a la
recíproca.
Lo cierto y verdadero es que el secretario general del
PSOE pedalea alegre por la carretera mientras el presidente del PP,
solo, descangallado y tirado en la cuneta, ve cómo el mundo le pasa por
delante, se rasca la barba, bosteza y sigue sesteando. Sánchez habla con
unos y otros, se deja ver e imita sin complejos la terminología y el
estilo del propio Iglesias: propone un gobierno "de cambio y de
progreso", tal que el podemista, y en lo de los Goya apareció
descorbatado (él, que va de boda incluso a las meriendas campestres)
mientras el otro se presentaba con esmoquin y una pseudopajarita
rockabilly (lo cual, por cierto, ha puesto de los nervios a todo el
facherío, que cuando los alternativos lucen coletas, rastas y la
camisa por fuera de los pantalones les llama guarros, pero si se
presentan impecables les acusa de disfrazarse de señoritos burgueses).
Conste que comparto las críticas de quienes, dando por bueno el atrezzo
de Iglesias en la gala del cine, han advertido que sus zapatos no
estaban a la misma altura. Pues sí.
Por lo demás, la cosa se está
poniendo requetejodida. La Bolsa cae sin freno. La prima de riesgo ya
se asoma a los ciento cincuenta puntos. No es (sólo) por culpa de la inestabilidad española, sino porque la economía global está enfermándose otra vez, si es que alguna vez estuvo sana. Eso sí, Trinidad Jiménez, la exministra socialista, está a punto de fichar por Telefónica. ¿Ven cómo sí se crea?
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