Su investidura convertirá a Rajoy en el protagonista de un increíble
cambio político que supera el modelo gatopardesco y ha sido celebrado
por los medios adeptos con admirados titulares. Del rodillo al diálogo,
de la altanería al buen rollito, de la corrupción a la regeneración, de
la crisis al España va requetebién, don Mariano nos ha roto la cintura
con su regate ¡sin moverse del sillón! Tendrán razón quienes admiran su
exitosa flema y la consideran el no va más de la habilidad política.
Ayer por la mañana estuve durante un buen rato intentando simultanear
el seguimiento del debate parlamentario con mi asistencia a las
Jornadas sobre Información y Violencia Machista (pues, aun siendo varón,
todavía puedo atender dos asuntos al mismo tiempo). Pero al final el
presidente impenitente me dejó KO. Cerré el cacharrín internáutico y me
puse a lo que estaba. No tardé ni un minuto en comprender hasta qué
punto la maravillosa España virtual en cuya descripción se han empeñado
Rajoy y el siempre inefable Hernando (el del PP)... nada tiene que ver
con el país real donde cada año se denuncian 30.000 agresiones a mujeres
(datos del Poder Judicial) y en el que, durante el último lustro, entre
600 y 700 han sido asesinadas (según Feminicidio.net). Todo ello
mientras los recortes causaban estragos en los dispositivos judiciales y
de todo tipo que intentan afrontar y frenar este gran tsunami
terrorista.
Suponer que el futuro gobierno, amable, pactista y comprensivo, se
dará la vuelta para reforzar los servicios públicos, priorizar las
necesidades sociales, salvar las pensiones, replantear los tributos,
combatir la desigualdad y ofrecer alternativas a los conflictos
territoriales es una ficción descabellada. Pero muchas personas
aparentemente sensatas finjen tomarse en serio tal disparate, para que
nadie las crea partidarias del populismo, el comunismo o saben los
dioses qué clase de ismo intolerable. Victorioso, Mariano Rajoy será él y
otro al mismo tiempo, el poli malo y el poli bueno (que acaba siendo el
peor, claro).
JLT 28/10/2016
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