martes, 8 de noviembre de 2016

Autobuses falla: Zaragoza surreal 20161108

Apenas calienta ya el sol de poniente pero los autobuses de Zaragoza siguen entrando en combustión, provocada, al parecer, por los muchos años y kilómetros, el pésimo mantenimiento y otras evidentes desdichas del servicio. ¿Servicio? Bueno... La primera y principal plataforma de la movilidad colectiva en esta capital, que nunca fue ninguna maravilla, ha derivado en un completodesastre. Mucho tiene que ver con ello la última y sospechosa adjudicación a la actual concesionaria (AUZSA). Aunque eso es obviado sistemáticamente por quienes se han empeñado en que la culpa de todo la tienen los infelices de Zaragoza en Común, y no las dolencias crónicas de una ciudad mal administrada desde hace décadas.

Pero a lo que iba: los autobuses arden. Nueve en un año. Por suerte ningún usuario ha sufrido heridas o males mayores (por el fuego, digo, que en esos vehículos decenas de pasajeros sufren lesiones de todo tipo por culpa de los frenazos, acelerones y otras cabriolas). Pero estamos jugando con fuego (nunca mejor dicho). ¿Y si un día el incendio corta la retirada a los pasajeros?

Llena de pasmo la tranquilidad con la que los zaragozanos de a pie nos estamos tomando esto de que los buses se conviertan en tristes fallas. Por no hablar de cómo van de sucios, descuidados e incumpliendo normas elementales de circulación. Mientras, el ayuntamiento sigue enmarañado en esa guerra intestina de todos (salvo CHA, algunas veces) contra ZeC. Y un sector de la opinión pública proclama mañana, tarde y noche que los autobuses son cojonudos y la culpa de todo (incluso de las constantes quemazones) la tiene... el tranvía. Qué imbecilidad.

En fin... Más surrealista todavía es la situación en esos Estados Unidos que hoy votan sin otra elección que una burócrata desalmada (el mal menor) y un monstruo ultrarreaccionario (el mal peor). Dicen los cronistas que el mundo contiene el aliento. Tal vez porque este planeta se parece cada vez más a un autobús de AUZSA: viejo, asqueroso y a punto de arder. Cosas del negocio.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario