España entra en un nuevo ciclo político y los resultados de ayer lo
corroboran, tanto en Aragón como en el resto de España. Mientras
candidaturas alternativas emergían como las opciones más
votadas en Madrid y Barcelona, en Aragón Podemos irrumpía con fuerza. A
su vez, PP y PSOE retrocedían de forma dramática. El primero de ambos
partidos perderá el control de las Cortes (¡adiós a la DGA!), la
alcaldía de Huesca y probablemente la Diputación Provincial de Zaragoza.
El giro a la izquierda se dejó notar en los más importantes terrenos de
juego electorales, con el Ayuntamiento de Teruel como excepción. Será
el único gobierno (junto con el de varias cabeceras de comarca) que le
quede a la derecha tradicional... y en muchos de estos casos
con el permiso de los recién llegados Ciudadanos y de un PAR que ha
pasado esta prueba mucho mejor de lo que cabía esperar, al igual que
CHA. El aragonesismo de derechas e izquierdas aún sigue vivo.
Habrá que leer los resultados más despacio. Pero está claro que
indican un progresivo derrumbamiento del bipartidismo; más acentuado en
unos lugares de España (y de Aragón) que en otros, pero indudable. El
epicentro de este movimiento telúrico se sitúa, como estaba previsto, en
los ámbitos urbanos y entre el electorado joven y de izquierdas, muy
movilizado. Podemos, en solitario o a la cabeza de listas de
convergencia política y ciudadana (con el concurso de IU y otras
fuerzas, como en el caso de la exitosa Zaragoza en Común), ha logrado
desbordar al PSOE en escenarios muy visibles. Es, por fin, el sorpasso.
Los socialistas fueron ayer, en las autonómicas, la tercera fuerza en
la circunscripción zaragozana y en la propia capital. Al mismo tiempo,
el PP se derrumbaba con un estrépito que no pudo disimular proclamándose
la lista "más votada". Luisa Fernanda Rudi cayó del 39,69% al 27,50%, al perder 88.000 votos. En las municipales Eloy Suárez
retrocedió del 42,12% al 26,88% y su merma en papeletas fue de 44.000.
De manera simultánea volaban la Comunidad de Madrid, el Ayuntamiento de
la capital y otras instituciones muy significativas como la Comunidad de
Valencia. Si Rajoy podrá o no seguir llevando el timón del partido, es algo que está por ver. Tampoco Pedro Sánchez puede presumir de nada. Tendrá que negociar con Pablo Iglesias y los suyos de tú a tú.
En las Cortes de Aragón, la suma PSOE+Podemos+CHA+IU da 35 diputados.
PP, Ciudadanos y PAR agrupan 32. La izquierda está obligada a
entenderse, aunque sea complicado (tanto como lo hubiese sido una
alianza entre las tres formaciones centroderechistas). Un reparto
posible pondría al PSOE (Lambán) al frente del Ejecutivo autónomo, y a Zaragoza en Común (Santisteve) en la alcaldía zaragozana. Algo muy parecido a lo que podría ocurrir en Madrid, donde Gabilondo y Carmena
serían presidente y alcaldesa, respectivamente, aplicando similar
criterio. Pero queda mucho por hablar. Y la proximidad de las
generales...
Si el PP y el PSOE no captan y asumen el mensaje que han recibido
cometerán una equivocación terrible cuando se aproxima una nueva cita
con las urnas, de la que la jornada de ayer fue una especie de
aperitivo. Por la noche, Rudi y Suárez, visiblemente desolados,
admitieron su derrota y ambos tiraron la toalla expresamente. Sus
homólogos del PSOE, Lambán y Pérez Anadón, oscilaron entre una extraña alegría del primero, que se refugió en los buenos resultados municipales en el territorio, y el evidente desaliento del segundo, que había perdido cuatro concejales y 26.000 votos. En su primera intervención, Echenique
felicitó al PP por seguir siendo el más votado (¿sarcasmo?) y no avanzó
gran cosa de lo que piensa hacer Podemos con sus 14 diputados en las
Cortes. Tampoco Ciudadanos, por boca de Susana Gaspar, fue demasiado explícito. Ahora llega el momento de interiorizar lo sucedido y saber administrarlo.
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