Los fervorosos partidarios de la ortodoxia económica se han
maravillado ante las propuestas del Consejo Empresarial para la
Competitividad (CEC) o las intervenciones en el Congreso del Instituto
de la Empresa Familiar (IEF). Ambos foros patronales se han descolgado
con planteamientos deliciosamente... voluntaristas. "Acabemos con el
fraude fiscal y con la economía sumergida --dicen las grandes compañías
agrupadas en el CEC bajo la presidencia de César Alierta-- y
aflorarán en cuatro años más de dos millones de puestos de trabajo".
Impresionante, ¿no?. Pero entonces llegan los del IEF (con el aragonés Alfonso Soláns
ejerciendo de portavoz cualificado) y suspenden a la clase política,
preocupadísimos por la corrupción. Más aplausos y vítores. ¿Será, pues,
que estamos ante Podemos en versión capitalista?, podría preguntarse la
espeluznada opinión pública. No, solo se trata de los criterios más
elementales convertidos en lugares comunes y bendecidos por la categoría
indiscutible del emisario. Es como si un cuentacorrentista de Andorra
te advierte de que esto acabará como Venezuela y luego te lee algunas
partes del catecismo de Chávez. Una broma.
¿Quién puede
negar la necesidad de acabar con el fraude fiscal y la economía
sumergida? ¡Pero si es lo que vienen diciendo los rojeras desde siempre!
Más aún, además de acotar dicho fraude habría que poner fin a las
elusiones (reducciones, deducciones y escapes varios) que permiten a las
figuras societarias pagar muchísimo menos que las tristes personas físicas.
Por no hablar de los créditos fiscales y otras subvenciones ilegales.
Claro, hombre. Y las empresas tendrían que internacionalizarse... y ser
mas eficientes... y pagar sueldos dignos... y no obtener desmesuradas
plusvalías contratando con las instituciones públicas. Por la misma
regla de tres, deberíamos despenalizar la eutanasia (como en Oregón), o
someter a referendo decisiones polémicas aunque importantes (como han
hecho, cada cual por su lado, en numerosos estados de los EEUU).
Pero esto, si no lo bendicen desde el Ibex 35, a lo peor es... ¡populismo!
JLT 05/11/2014
No hay comentarios:
Publicar un comentario