viernes, 28 de noviembre de 2014

Víctimas... a título lucrativo 20141128

A Rajoy se le ve desmejorado. No sé... Tal vez empieza a darse cuenta de lo oscuro que se está poniendo su futuro político. O es que ha decidido poner carita de pena para convencernos de que él también sufre. En cuanto a la regeneración, difícil será que la lleven a cabo quienes aún están más pendientes de maquillar a sus respectivos imputados que de proponer y adoptar medidas drásticas (sobre todo en el tema de la transparencia administrativa) para ponerle cerco a la corrupción. Ayer, mientras el gran jefe pasaba la mañana en el Congreso vendiendo motos, tragando sapos y palideciendo ante las tarascadas de la oposición, Ana Mato se recogía en su escaño cual virgen martirizada y, en Extremadura, Monago, para aclarar lo de sus viajes a Tenerife, ordenaba publicar los desplazamientos de sus consejeros y poner a la venta la residencia oficial del presidente de la comunidad. ¿Qué tiene que ver eso con lo de los vuelos a Canarias?, se preguntarán ustedes. Nada, pero es la moda actual: confundir al público con aspavientos y maniobras, como los magos cuando disimulan sus trucos.

Lo más genial de las últimas horas ha sido el uso que en el PP y aledaños le han dado a la expresión "a título lucrativo", utilizada por el juez Ruz en su famoso auto sobre Gürtel. Define una situación en la que un inocente, aunque no haya participado en una fechoría, se ha beneficiado de ella. Eso le pasó a Mato con su marido. Y por culpa de aquel mal hombre ha terminado sin ministerio (aunque siga de diputada) y tendrá que devolver lo que le cayó... a título lucrativo.

Por supuesto Mato es una víctima. El PP también lo fue del maldito Bárcenas, de Correa, del Bigotes. y de tantos otros (¡ay!). Como Pedro Sánchez y el PSOE, que no se libran de Chaves y Griñán ni con agua hirviendo. O CiU y el nacionalismo catalán al completo, acosados por la buena fortuna de los Pujol y la mala baba del Ministerio de Interior. También el bueno de Ureña, arzobispo emérito de Zaragoza, es una víctima de los tejemanejes habidos en la parroquia de Épila.

Consolemos, pues, a esta pobre gente. Y a la Pantoja y a la infanta y a...

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