Con todas las cosas que han pasado estos días, he ido dejando en el tintero asuntos que merecían alguna dedicación. De cómo Rudi sigue imitando a Iglesias (encarga estudios sobre la TCP, visita al Nuncio, se dispone a entrevistarse con el president catalán, repite que la Expo albergará las oficinas del Gobierno de Aragón ubicadas en locales alquilados...) escribiré mañana en el Mirador dominical. De la visita que hicieron a la Confederación Hidrográfica del Ebro los señores chinos que gestionan el enorme Yangtse me ocupo hoy mismo, porque es la cosa más gloriosa, surrealista y genial que nos hemos echado a la cara últimamente.
Lo que no me ha quedado claro es si los amigos orientales vinieron a aprender de la CHE (como dijo en un arranque triunfal Aragón TV) o a enseñarnos sus expeditivos métodos. Supongo que quienes han sido capaces de levantar la presa de las Tres Gargantas (desplazando por la fuerza a millones de persona y anegando ciudades enteras, paisajes y monumentos de alto valor) no habrán de sentirse muy impresionados por el recrecimiento de Yesa o cualquier otra virguería de nuestra hidrología institucional. Aunque, por otro lado, y aceptando que en China se hace todo a lo grande, aquí también tienen de qué enorgullecerse los sabios administradores del Ebro. Esos pantanos acabados ya y sin uso razonable (Lechago, El Val, Mularroya); esos otros embalses, hoy vacíos y convertidos en horrendos eriales en medio de los más ¿hermosos? valles del Pirineo; esas estaciones de bombeo inútiles y abandonadas; esas pobres casas dinamitadas en Jánovas... Es un bagaje, ¿no?
Lo que tiene el Yangtse es su enormidad. En consonancia, la presa de las Tres Gargantas es demasié. No acaba de asentarse, tiene pérdidas, ha pasado ya por alguna situación crítica, sus efectos reguladores no son exactamente los planeados y se ha convertido en una especie de espada de Damocles suspendida sobre las amplias tierras y poblaciones que domina.
Pero quizás los respectivos organismos gestores del Ebro y el Yangtse sólo han sellado un pacto de hermandad. El dios de la insostenibilidad hidráulica los cría y ellos... se juntan.
J. L. Trasobares/El Periódico de Aragón/sábado 22.10.2011
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