Quieren un ejemplo a escala del alucine aragonés? Pues déjenme profundizar un poquito en el lío que hay montado con los estudios de Psicología. Resulta que la Universidad privada (católica y episcopal) San Jorge ha solicitado al Ministerio autorización para impartir el grado de Psicología. Y el Gobierno de Aragón ha respaldado la petición. Pero a la vez, y por deseo de ese mismo Ejecutivo, la Universidad pública (la de verdad) debe impartir dichos estudios en Teruel. Y, claro, en el Rectorado están que trinan pues, forzada por las necesidades descentralizadoras, su oferta va a quedar desplazada y fuera de opción. Reclaman la posibilidad de, por lo menos, poder traerse Psicología a Zaragoza... o que se desestime la solicitud de la San Jorge.
El barullo ofrece enfoques muy curiosos. El primero, el lastre económico y organizativo que suponen los campus de Huesca y Teruel para la Universidad pública. La descentralización, fomentada por el bienquedar político y la demagogia localista, tiene un alto coste y ha dado lugar a una infrautilización de recursos que clama al cielo. En Huesca y Teruel se han creado miniuniversidades escasamente funcionales, con estudios que suelen convocar un número de alumnos ridículo. Sólo faltaba ahora lo de Psicología.
Simultáneamente el campus privado ha tenido todo tipo de ayudas públicas... El Ayuntamiento de Villanueva de Gállego hizo mil malabares urbanísticos y financieros para facilitar la instalación por la jeró de la Universidad católica (y ha quedado semiarruinado por el esfuerzo). Luego, dicha Universidad ha contado con el cariño del Ejecutivo autónomo, ha logrado poner en pie un panel de titulaciones simples (pero atractivas) con un profesorado y unas instalaciones de lo más... elemental, e incluso ha recibido la invitación del actual consejero de Nuevas Tecnologías a entrar por la puerta grande en el I+D+i (¡con qué científicos, en qué laboratorios, si allí de eso no hay casi nada!). En fin, les doy un último dato: una matrícula en la San Jorge sale por unos siete mil u ocho mil euros; en la Universidad pública, por unos mil trescientos. Y no cabe comparación entre una y otra. Estamos locos, ¿verdad?
J. L. Trasobares/El Periódico de Aragón/martes 25.10.2011
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