miércoles, 20 de junio de 2012

Algún día tendrán que ir juntos, ¿no? 20120620

Ayer salieron en manifestación los de la CNT, que siempre van a su bola. Para hoy han convocado CCOO y UGT. El sábado les toca a las mareas, las asociaciones de vecinos, los sindicatos minoritarios (CGT, OSTA y no sé si alguno más) y el 15-M. En unos u otros actos aparecerán los partidos y fuerzas políticas progresistas (a las que se ha sumado el PSOE, cuyos barandas han pasado del coche oficial a la pancarta en un plisplás). En suma, una verbena abigarrada, variopinta, dividida... las izquierdas, ya se sabe.

La movilización popular contra los recortes se viene produciendo en varios planos. De una parte están las acciones defensivas que lanzan los sectores conforme cada uno de ellos se ve afectado por la brutal ofensiva contra el Estado del bienestar. Profesores, estudiantes, padres de alumnos, sanitarios, desempleados, víctimas de EREs, desahuciados, mineros del carbón, discapacitados, universitarios... cada colectivo monta su propia plataforma y su propio calendario. Ahí, en los ámbitos perjudicados, pueden coincidir a veces las siglas, como pasó en la última jornada de lucha en la enseñanza cuando todos los sindicatos, estudiantes y las asociaciones de padres fueron al unísono. Pero después cada organización política, sindical o social defiende celosamente su personalidad. ¿Unidad? ¿Qué es eso?

La división, es verdad, viene de lejos. Sin embargo los acontecimientos presentes imponen una lógica bien distinta. Partidos, sindicatos y asociaciones (incluido el 15-M) deberían estar montando un organismo conjunto en el que, asimismo, se coordinasen los movimientos sectoriales. Ésta es una lucha política que requiere instrumentos políticos, unidad, generosidad, empatía y programas alternativos. Todo el viejo y roñoso sectarismo de las izquierda (y sus sucedáneos), todos los desencuentros, todos los malos rollos, todas esas frases cliché (incomprensibles para la gente de la calle) con las que unos y otros justifican su unilateralismo ya no tienen sentido. Ahora el desafío es tan enorme que solo cabe afrontarlo conjuntamente. Aunque sólo sea por una vez y no sirva de precedente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario