Si esta ruina que nos agobia no tiene causas concretas ni culpables
con nombre y apellido, es lógico que las medidas destinadas
supuestamente a salir del pozo sean las mismas que nos hundieron en él.
Así, cuando la costa española suma cientos de miles de segundas
viviendas sin vender, la última ocurrencia es urbanizar la última playa
virgen de Tarifa, las hermosas dunas de Valdevaqueros. ¿Malvados?,
¿estúpidos?... Las dos cosas. Aún buscamos en el ladrillo el Nirvana del
dinero fácil y despreciamos la economía productiva. Hay imbéciles (y
perdonen el desahogo) que se alegran cuando los gobiernos barrenan la
Unviersidad y la investigación. Y al parecer estamos dispuestos a
insistir en la destrucción de nuestro medio ambiente. Pero claro, ¿qué
se puede pensar de un país cuyos más preclaros prohombres se jactan de
guardar silencio sobre manifiestos robos y estafas a gran escala?
Hoy se celebra en Pina de Ebro una concentración para protestar contra
la instalación en el polígono Los Royales de una factoría (por llamarla
de alguna manera) que reciclará treinta mil toneladas de baterías al año
e incluirá en sus instalaciones una fundición de plomo. Tal instalación
ha sido declarada por el Gobierno aragonés "de interés autonómico" y se
sumaría a otra que la misma empresa (Recobat SL) tiene en Albalate del
Arzobispo.
Está claro que los jefes de la Tierra Noble no han
aprendido nada de casos como el de Inquinosa, que se fue cuando quiso de
Sabiñánigo y dejó tras de sí cantidades ingentes de venenoso lindano
cuyo control ha costado al erario público decenas de millones de euros. O
el de la química Virval, que ha regalado a Zaragoza un
impresionante cargamento de mierda sin que el Gobierno de Aragón y el
Ayuntamiento de la inmortal ciudad llegaran a enterarse. Hemos tenido el
honor de producir muchísimo más cemento del que consumimos; ahora
estamos a un paso de albergar el reciclado de sesenta mil toneladas de
baterías usadas cuando aquí sólo producimos cuatro mil.
Contaminada la ética institucional y contaminado el medio ambiente, está
claro que no sabemos resolver esta crisis pero ya preparamos la
siguiente.
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