De momento, Pedro Sánchez chocó ayer (130 contra 219) con la
realidad: no cabe forjar de manera simultánea acuerdos con quienes se
afanan en excluirse mutuamente. Si mantiene su histórico pacto con Ciudadanos, no tendrá nunca el apoyo de Podemos ni el pase
de los nacionalistas periféricos. Si llega a invertir el emparejamiento
actual, Ciudadanos le dejará plantado. Parece un galán tonteando con
dos novias y empeñado en consolidar una relación pública con ambas. Una
locura, cantaba Machín. Para colmo, el pinturero Sánchez ha
complicado más la cosa oficializando uno de sus amores "para toda la
vida" (con ceremonia y contrato), al mismo tiempo que pretende seguir
tan ricamente con el otro, a la vista de todo el mundo. Un asunto
retorcido, sí.
Lo genial (si seguimos con el símil) es que, en
este caso, la legítima se empeña en traer a casa a su papá, un suegro
carcunda, desabrido y mandón que quiere hacerse el amo (me refiero,
claro, al PP). Pero la amante, por su parte, tiene unos primos muy
broncas (los soberanistas catalanes) que acojonan literalmente a la
propia familia del apurado polígamo.
El guapo Pedro tendrá el corazón partío, o no tanto. Pero su única salida pasa por tomar un opción. No se puede ser al mismo tiempo formal y golfo. O Iglesias (y sus indeseables primos), o Rivera (y su puñetero padre).
Aunque quizás sí quepa una alternativa. Justo la que imaginaría
cualquier profesional de la promiscuidad que se viera abocado a idéntico
dilema. Intentaré describirla de la manera más sutil posible. El único
arreglo que no implicase ruptura alguna consistiría en conseguir que las
dos damas se hagan amigas, que adquieran intimidad, que asuman la
relación existente, que acaben gustándose... y que el atormentado
triángulo amoroso se convierta en un trío por su sitio.
Un apaño
tentador, ¿verdad?, pero complicadísimo (sea en versión hetero, homo,
bi o trans). Por otra parte, el sexo y la pasión siempre han sido más
manejables que la ideología. Resulta más fácil montar una cama redonda a
tres bandas que articular un pacto de derecha a izquierda. Natural.
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