El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, se reunió en Zaragoza con gentes de la discapacidad. Les dejó encantados. Incluso Lambán, enfurruñado con su jefe por la cosa de las diputaciones provinciales, acabó poniendo buena cara. La diputada Sumelzo actuó como anfitriona política del evento. La consejera Broto
también estuvo allí sonriéndole a la vida. Fue un acto perfecto. Los
asistentes iban planteándole preguntas al excandidato a la Presidencia
del Gobierno (¿o sigue siendo candidato todavía?), y este respondía
remitiéndose a cualquiera de los 200 puntos del acuerdo con Ciudadanos,
como si tal documento fuera el Vademecum capaz de proponer un remedio
para cada enfermedad. Desde luego, si alguien tenía alguna duda sobre la
extraordinaria versatilidad del pacto Sánchez-Rivera, lo de ayer le hubiese convencido de que el centro reformista es en sí mismo el verdadero bálsamo de Fierabrás.
Salvo que alguien meta la cabeza por detrás del decorado teatral.
Entonces, una persona tan interesada en lo social como el gran líder
socialista descubriría que, tras el severo gesto de Lambán, la simpatía
de Sumelzo y la sonrisa de Broto, existe una realidad que reduce los 200
puntos del pacto PSOE-Ciudadanos a la etérea condición de carta a los
Reyes Magos.
En Aragón, ahora mismo, las administraciones (en especial la
autonómica) deben millones de euros a las entidades que atienden a la
discapacidad. No hablo de subvenciones ni limosnas, sino de plazas
concertadas en residencias y centros del día, cuyo importe tarda en
llegar meses... o no llega nunca. Hablo de los complementos salariales a
los centros especiales de empleo, donde los retrasos aún son mayores. O
de las decenas de casos en los que el IASS envía a las organizaciones
asistenciales discapacitados en situación límite pero no firma el
correspondiente convenio hasta mucho después. En este sentido, el actual
Gobierno PSOE-CHA ofrece, en comparación con el del PP-PAR, más
comprensión, más simpatía, buenas palabras... Pero, a la hora de pagar,
apenas se nota la ausencia de Rudi y Oliván ¡Qué fácil es triunfar sobre el papel!
No hay comentarios:
Publicar un comentario