La semana pasada, tras una entrega de El Independiente
relacionada con las cosas que pasan en Motorland, llegó a la edición
digital de EL PERIÓDICO un indignado comentario firmado por Testarrosa
(personaje que sin duda está en el ajo). En él se me venía a decir que,
habiendo repartido hasta hoy el Fondo Especial de Teruel 800 millones
de euros, de los cuales sólo 105 han ido a la Ciudad del Motor,
¿por qué no me ocupo de los otros 695 kilates en vez de meter siempre el
dedo en la misma llaga? Bueno... el argumento resulta sugerente. De
entrada, seguro que algunos se habrán quedado estupefactos ante la
voracidad financiera de Motorland. ¡105 millones de propina, además de
lo invertido directamente por la DGA! Pero no le falta razón al amigo de
los ferraris, ¿qué ha sido de los otros 695 millones?
El Fondo
Especial de Teruel ha movido mucho dinero, que el Gobierno de Aragón ha
distribuido a su gusto y placer. Según una información al respecto
publicada ayer por este diario, con esa partida se tapan agujeros
presupuestarios (o se compensan recortes, se subvenciona a empresas, se
premia a los ayuntamientos amigos (a los que no lo son, como el
de Andorra, ni un céntimo), se disimulan las pérdidas de los proyectos
públicos (léase Motorland, cuyo déficit anual se acerca posiblemente a
los veinte millones, o Caudé), se restauran edificios religiosos, se
incentiva a la denominación Jamón de Teruel... Muchas cosas, muy
dispersas, sin orden ni concierto, sin rendimiento de cuentas, sin otro
objetivo aparente que sostener redes clientelares y obviamente chollos
particulares. Ahora mismo el consejo regulador de la denominación citada
ha saltado por los aires, y vamos intuyendo que el reparto de las pedreas llovidas cual maná desde el Fondo Especial tiene mucho que ver con ello.
Todo lo dicho, por cierto, no cuestiona la existencia de un instrumento
destinado a invertir de forma específica en el desarrollo de Teruel.
Claro que no. Pero jugar al victimismo localista sin asumir una revisión
crítica y transparente de lo que se ha hecho con 800 millones de euros
tampoco es de recibo. Ya está bien de bromas.
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