Millones de contribuyentes están acostumbrados a cumplir con Hacienda
no solo por convicción, sino porque su economía personal y familiar es
transparente, sus cuentas corrientes están a la vista... y cada
primavera los datos de su declaración ya figuran en el borrador que ha
preparado la propia Agencia Tributaria. A estas personas, sin embargo,
se les quiere convencer de que, en realidad, ellos son también unos
evasores ciertos (a pequeña escala) o potenciales (no defraudan más
porque no pueden). Así, los miserables que justifican de hecho el engaño
y la insolidaridad, te recuerdan en un tono admonitorio que cualquiera
paga una chapuza sin factura ni IVA o cobra horas extra en metálico o
compra un piso abonando parte en negro. Pero este es un argumento
trucado, una mentira destinada a convertir en vicio colectivo los
delitos y el egoísmo de las élites.
Lo de la ñapa sin factura,
para empezar, es muy relativo. Si llamas a cualquier servicio oficial de
mantenimiento o contratas con cualquier empresa medio seria, te cobran
por lo legal. El dentista como el taxista o la de la pescadería pagan
IVA por módulos. Un trabajador por cuenta ajena o un pensionista (cuyos
colectivos son, para empezar, los mejores y mayores contribuyentes per
cápita) no se libra apenas de tributar por el valor añadido. Y en lo
referido a las horas extra, más bien ocurre que está aumentando el
número de las que se trabajan... sin cobrar ni en negro ni en blanco.
Pero además la ciudadanía de a pie no tiene apenas nada que
desgravarse: ni puede poner el coche a nombre de la empresa ni adquiere
el apartamento a una sociedad panameña. Esa persona transparente
es un contribuyente nato, tal vez distraiga un par de euros por cada
cien que tributa, pero está a años luz del multimillonario sinvergüenza
que se oculta en los paraísos fiscales y apenas apoquina la décima parte
de lo que debería.
O sea, que evasores no lo somos todos... sino
los que de verdad lo son. Las decenas de miles de millones que ocultan
serían cruciales para salir del déficit. Ténganlo en cuenta, y no se
dejen embaucar al respecto.
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