Ayer sí hubo debate, oye. Aunque, claro, Rudi es inasequible a
los argumentos, al desaliento, a los razonamientos y todo lo que ose
desafiar su visión de las cosas. Ayer, en las Cortes de Aragón, ya no
semejó más una burócrata paleosoviética, sino la implacable gobernadora
imperial de un planeta de androides. Los de la oposición intentaban
ponerle ante los ojos visiones de niños sin comedor escolar, ancianos
sin dinero para medicinas, enfermos en lista de espera... o sea,
personas humanas. Mas ella hacía sus dúplicas sin bajar ni un milímetro
de la abstracción robótica: estadísticas, teorías elementales, clichés y
automatismos. Eso sí, en un par de ocasiones sacó a relucir la
espada-láser y le tiró buenos viajes a Lambán a cuenta de lo que
hicieron los suyos (los socialistas) cuando ya habían perdido las
elecciones pero seguían firmando créditos y apaños hasta el último
segundo.
El actual jefe del PSOE aragonés no ha trabado un
discurso de oposición frontal y arrastra el lastre de los mamoneos que
hubo en los doce años de Marcelinato. Si no fuera porque la actual presidenta es socia de Biel
(quien tanto tuvo que ver con las mejores trapacerías del pasado), el
bueno de Lambán no iba a levantar cabeza en toda la legislatura.
En sus discusiones, PP y PSOE se echan a la cara asuntos que han de
llenar de pavor a la ciudadanía, pagana de todos los desmanes de los
unos y de los otros. Por eso siempre tienen más credibilidad las
minorías que nunca han gobernado y pueden ir al combate contra el
Imperio limpios y puros como caballeros Jedi. Eso hicieron Ibeas y Barrena y así derivó la larga y tediosa sesión en una confrontación ideológica de carácter general.
No estuvo mal. Rudi, como buena española, mezcla el ultraliberalismo
puro con el paleoconservadurismo de matriz tardofranquista, lo cual no
deja de tener su punto. En fin, que ya hemos pasado el trámite y la vida
sigue igual (de mal). ¿Y el PAR? ¡Ah, sí! Se me olvidaba decir que Boné,
sin cortarse un pelo, dijo cosas muy vaporosas, muy templadas, como si
su partido no estuviese de hoz y coz en el Gobierno. Eso también dio
mucha risa.
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