Hay mucha gente pillada en hipotecas-trampa, amenazada por el
desahucio (eso, si no ha sido desahuciada ya), asustada, hundida,
humillada. Hablo de personas que por un momento tocaron la esperanza y
la ilusión con la punta de los dedos, justo antes de verse arrojadas al
pozo de la pobreza y revelárseles con total crudeza hasta qué punto
habían sido engañadas.
Conozco el caso de un grupo de familias (muchas de ellas
inmigrantes), que en su día, cuando el negocio inmobiliario iba como un
tiro, fueron convencidas de que era factible adquirir un piso mediante
una hipoteca cuyo coste mensual sería "equivalente a un alquiler". En
las diversas oficinas de Caja España se les dio todo tipo de
facilidades. Y ni el hecho de que la mayoría de ellas tuvieran unos
ingresos precarios o careciesen de la más mínima formación fue obstáculo
para firmar los créditos pillando avalistas al vuelo (los cuales, a su
vez, tampoco eran conscientes de dónde se metían). Por supuesto, dichos
créditos estaban cuajados de cláusulas abusivas.
Luego llegó la crisis. Los beneficiados con aquellos
préstamos se quedaron sin trabajo o vieron reducirse sus magros
ingresos, empezaron a sufrir cada fin de mes cuando llegaba la hora de
pagar la hipoteca... y al final se derrotaron o pidieron un poco de
clemencia para no quedarse en la calle. Para entonces Caja España había
sido recogida por Caja Duero, que luego se fusionó con Unicaja en el
Banco Ceiss. Las oficinas de Zaragoza fueron cerrando. Ya sólo queda
una, cuya clausura también es cosa hecha. Así que quienes se han quedado
colgados con su crédito van pidiendo, por favor, que les den alguna
salida, que no vendan su préstamos a un fondo buitre (cosa que ha
empezado a suceder), que les fijen algún interlocutor... porque llevan
diez años pagando intereses y todavía tienen pendiente el principal de
la deuda. En los próximos días les dirán algo. Y a eso se
aferran. Mientras, sus concentraciones y protestas les han acarreado
sucesivas denuncias y multas gubernativas "por desobediencia a la
autoridad".
No hay comentarios:
Publicar un comentario