Comparto con otras personas la sensación de que el manifiesto que llama a tomar el Congreso de los Diputados el próximo 25 de septiembre genera en sus lectores una sensación rara. No sé... parece escrito por alguna clase de impostor.
Por otro lado no sabemos muy bien de dónde viene ese llamamiento a
marchar sobre Madrid, acampar en la Cuesta de San Jerónimo y mantener la
posición hasta que dimita el Gobierno, se disuelva el Parlamento y se
convoquen nuevas elecciones para una Cámara constituyente que pondría el
Sistema patas arriba (lo cual, en verdad, no estaría mal... si fuese
posible). Al parecer, la convocatoria ha partido de gente del 15-M, pero no hay manera de identificar a dicha gente,
y por otra parte asambleas y colectivos quincemayistas ya han
advertidode que no están por la movida. Demasiado anonimato para mi
gusto.
Pero el incierto origen de esta iniciativa no es lo más
anómalo de la misma. Mucho peor es la sospecha de que esa marcha sobre
Madrid del 25 quiere solaparse y confundirse con la gran manifestación
(la de verdad) convocada por las cumbres sociales y otras plataformas
unitarias para el día 15. Más de un millón de personas podrían acudir
esa jornada a la capital de España para demostrarle al Gobierno que el
envite va en serio y para abrir el curso político con una exhibición de
incontestable poder popular.
Y lo que definitivamente pone en cuestión la extraña iniciativa del 25 es la inconsistencia de la misma. Es obvio que Rajoy
y su peña, por muy garrulos que sean (que lo son), no permitirán
acampadas ni verbenas en los aledaños del Congreso. Mas si llegaran a
batirse en retirada y aceptasen ir a las urnas... ¿qué extraordinarias
ofertas electorales podrían hacernos albergar esperanzas en un auténtico
cambio? ¿De dónde saldrían nuevos partidos, nuevos programas, nuevos
candidatos? ¿Cómo se evitaría que PP, PSOE o CiU volvieran a ser las
fuerzas más votadas? ¿Quiénes, mediante qué procedimientos y con qué
ideas protagonizarían nada menos que un proceso constituyente
rupturista?
No, amigos, esto no es tan fácil.
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