Tremendo lo del truco informático de Volkswagen. Pero deberíamos estar habituados a que los magos de la alta
economía hagan de las suyas, e imiten (cada vez con mayor desvergüenza)
a los capos de la mafia. Al fin y al cabo, unos y otros se entremezclan
como clientes de los mejores paraísos fiscales, de los más prestigiosos
abogados y asesores, de los resorts exclusivos... incluso de los mismos burdeles de altísimo standing.
Vimos a Lehman&Brothers suspender pagos al reventarle el chanchullo
piramidal, al Deutsche Bank y otras glorias financieras de Europa
trampear el euribor para ganar miles de millones, a las petroleras y
telecomunicadoras pactar precios, a las multinacionales evadirse de sus
responsabilidades fiscales, a los superejecutivos de medio mundo hacerse
millonarios engañando a sus accionistas... También en España podemos
presumir de un fabuloso atraco: el perpetrado en numerosas cajas de
ahorro por sus propios administradores. ¿Por que, pues, habría de
llamarnos la atención que el principal fabricante de automóviles del
mundo haya perpetrado una estafa a escala global? ¿Acaso suponíamos que
los de Volkswagen (tan serios, tan estirados, tan... alemanes) eran
especiales? ¿Nos habíamos creído los anuncios sobre la supuesta ecoeficiencia de sus milagrosos motores?
Son estafadores y ladrones. Pero si además hacen cosas tan descaradas
es porque se sienten (y son) impunes. Nunca les pasa nada. Una multa, un
traspiés, un desprestigio que se irá diluyendo con el paso del
tiempo... El presidente de Volkswagen se va a casa con un fajo, tan
ricamente. Lo mismo ha ocurrido con cientos de personajes responsables
de otros macropufos (en España, por ejemplo). Mientras, el tremendo
tropezón bursátil (de toda la industria del automóvil) permite a los brokers
jugar en corto y seguir ganando. En la economía actual, como en el
cerdo, todo se aprovecha, incluso los desastres. Porque las pérdidas
corren por cuenta de otros: de la gente de a pie, de los trabajadores
(no saldrán indemnes de ésta los de VW), de los consumidores, de los
contribuyentes. Lo de siempre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario